Las tortugas raramente tienen prisa, aunque a veces encuentran una razón para correr, por ejemplo para ser las primeras en llegar a las lechugas verdes y exuberantes al final del prado. Como no son muy persistentes, a menudo intentan trepar a las espaldas de otras tortugas y hacer que las lleven un rato. En la confusión, a veces parece que una tortuga se mueve en dirección errónea, pero aún así puede ser que sea la primera en disfrutar de la sabrosa lechuga.
Se pone el tablero en el centro de la mesa y las 5 tortugas de madera individualmente en la casilla de salida (“Start”). Las 5 fichas se mezclan boca abajo y cada jugador toma una; la mira sin que nadie más la pueda ver y la deja boca abajo ante él. Las fichas sobrantes se dejan, sin mirarlas, de vuelta a la caja. Seguidamente, se mezclan las cartas y se entregan 5 boca abajo a cada jugador. Estas cartas forman la mano inicial de cada jugador. El resto de las cartas se dejan boca abajo cerca del tablero formando el mazo. El jugador más joven empieza. El juego continúa en el sentido de las agujas del reloj.
Cada jugador debe intentar que la tortuga de su color sea la primera en llegar al campo de lechugas (la última casilla).







