Los jugadores representan a diferentes tribus mayas y tienen que colocar sus trabajadores en los engranajes conectados entre sí que mediante su rotación harán que dichos trabajadores se coloquen en diferentes espacios, cada uno con una acción asociada.
Durante su turno los jugadores han de elegir entre colocar uno o más trabajadores en la parte inferior del engranaje o bien recuperar uno o más de los trabajadores previamente colocados. Al colocar trabajadores sobre la rueda los jugadores han de pagar con maíz que constituye la moneda del juego. Al recuperar el trabajador los jugadores pueden llevar a cabo acciones dependiendo del lugar donde se encontrase. De esta forma las acciones situadas en la parte más alejada de los engranajes son más beneficiosas que las situadas en la parte más próxima. Cuando los jugadores han colocado a todos sus trabajadores están obligados a recuperar uno de ellos, algo que otorga un componente estratégico al juego.
La partida termina cuando se da una vuelta completa a la rueda central existiendo numerosas vías para obtener la victoria como colocando calaveras de cristal en las cuevas para contentar a los dioses o construyendo tantos templos como sea posible.